lunes, 10 de julio de 2017

Quiero un amor que me despeine y me meta en el agua de mar aunque yo no quiera. Que me haga promesas aunque no sean ciertas. Si duele el futuro que me quiten lo bailao. Si ha de salírseme el corazón que al menos haya estado calentito. Que quiera lo que quería cuando éramos jóvenes y no le asuste envejecer conmigo. Que me haga el amor tan desesperado que no sepa decir que no. Que me meta mano cuando menos me lo espere y se salte sus propios límites porque le nazcan alas a mi lado. Cuándo abandonar la simiente que no crece. Cuándo abandonar la semilla más bonita.

No me queda agua. Dios.



Aguanta.


viernes, 30 de junio de 2017

Será cierto que hay heridas que no se curan nunca, como decía Frodo.
Años me dijeron, y en un huequito de mi alma pensé que se esfumaría en un parpadeo de tus ojos de miel, aunque asintiera de cara al mundo.
Plantaste en mi tantas cosas y la melancolía echó raíces fuertes que se hundieron para abrir las grietas en los días de verano y de invierno.
Y me escondo aquí, donde no me ve nadie. Y así siento que si escribo pasará. Sigo echando capas gruesas de cemento a esta espiga, para que se haga fuerte y aguante... y a cada ventisca se cimbrea y duele, duele de manera tan incomprensible que no sé qué hacer.

A veces, creo que a veces y no siempre, pienso que no sé quién eres.  A veces debería reconciliarme conmigo misma y saber quién soy.

Jamás conocí oscuridad más incomprendida que la queda en tus fotos en aquel puerto. Y no es negro odio ni negro pena.... juraría que es aborrecimiento.
Quisiera ser tus ganas de comerte el mundo. Quisiera que dejaras de ser las mías.
Quisiera....



Mierda.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Hoy me he sentido muy de viento y de agua otra vez.
Como hace tiempo que no lo sentía, como ya creía que se me había olvidado.

Que soy de viento y de agua, de espuma y de nudos celtas. De pinocha y de arroyos, de madreselva y de la naturaleza que algún día podrá con todos nosotros.
Me he sentido muy viva de nuevo y creo que ya tocaba. He pensado mucho en Tolkien y eso siempre es medicina para los sueños remendados, para el hastío vital
También he pensado en días calmados y lluviosos, en tormentas en la noche, en frío viento invernal con tímido sol en la cara.
Qué bien sienta ser de nuevo de cuero y acero, de bordados y artesanía. De madera tallada, de canciones de guerra.

De viento.

De agua.

lunes, 11 de noviembre de 2013



Hacía tiempo que nadie me escribía algo tan, tan, tan precioso. Cosas de esas que te hacen volver atrás en el tiempo y te traen recuerdos con sabor dulce y luz anaranjada. Solo me queda decir, gracias. Unas gracias profundas y sinceras, de las desinteresadas, de las que no te importa dar una y otra y otra vez. Sé que no hemos sido las mejores amigas, las más cercanas, las que se llaman a todas horas. Siento si alguna vez te hice sentir fuera de mi mundo.
Pero lo cierto es que me encantas. Y me encanta que me veas así, hasta me da un poco de vergüenza.
Tienes una visión de mí que no he encontrado en nadie, una forma de hablarme y de enseñarme el mundo que me resulta casi desconocida. Y sin embargo, cercana. Tan cálida y familiar que a veces me asusta.
Tras tantos onces de noviembre, tú ahí sigues. Son más años de los que parecen y el tiempo no ha cambiado tu visión de mí, ni tus rizos, ni tus ojos tan distintos a cada rato, ni tus pies inquietos. Tampoco tu alma de dragón y tus sueños en papel.
Hoy me he sentido muy afortunada de no haberte perdido, de tener alguien, aunque un poco lejos, que piensa en mi de la manera en la que tú lo haces.
Con tus mil nombres y tu espíritu de todas partes, te quiero.


viernes, 21 de diciembre de 2012

Ponte el moño apretao, sirena, que se joda el viento, rompe las horquillas de espuma y déjame que te remache sonrisas de hierro, de esas que disipan las brumas...
Que sé que entre los males nos lloverán cristales, yo iré descalzo y tú desnuda, al son del amor del ronco tambor que toque la luna....
  





Y mientras tanto, entre los huecos que nos deje el tiempo deja volar tu cabellera, que si a nuestra locura vuelven nubes oscuras  nos cogerán frente con frente y codo con codo, cada vez más solos, rodeados de gente.

Y báñate en mis ojos, que se joda el mar...

















Se me hace un pequeño nudo en la garganta que sabe a melancolía y recuerdos dulces.
Ojalá fuese consciente más a menudo del color de tus ojos que brillan cada mañana que te despides de mi.
Ojalá no fuese tan idiota, ni tan borde, ni tan enfadica.

Soñaré despierta, cada noche, con que vuelves a intentar acloparte a mi en colchones de mala muerte.




miércoles, 24 de octubre de 2012

Pesadilla de personas.
Ojalá Walt Disney levantara la cabeza y os diese una patada a todas en el culo.
Cómo odio a los artistas, qué afán de protagonismo, cuánta falsa modestia, qué conceptualismo más desgastado. 
Y mira que yo soy insoportable, ¡mira que lo soy! y una marimandona, y tengo que organizarlo todo, y te cuento mis ideas 458 veces.
Pesaos, que sois unos pesaos, y pisaríais a  vuestra madre por hacer satisfacer vuestra necesidad de adulación. Y adular, ¡cuánto aduláis! sin tener en cuenta a quién, ni cómo, ni por qué.
Ciegos todos entre vosotros, menudo obra de teatro os montáis para sentiros bien.

Que se pare el mundo, que yo me bajo, que en este circo clasista  no quiero estar.  Que me voy a dedicar a hacer zuecos suizos, como los de Heidi, y a la mierda la creatividad y ese falso concepto de originalidad.

¡Si yo no quiero exponer! paso de las galerías, libros de artista, prácticas en empresa, favores de profesores.... ¿trabajar en un estudio? Por dios, ¿os estáis oyendo? ¡Buena suerte!
Que seguramente acabaré haciéndolo, pero con 21 años aún me queda algún que otro sueño en mi cabeza, por suerte o por desgracia, y es prioritario a trabajar con un lápiz y papel.
Que eso llevo haciéndolo desde que me funcionan las manos y nunca nadie me dio una medalla por ello.
 Que eso seguiré haciéndolo siempre, hasta que se me caigan los dedos, y posiblemente con ganas renovadas cuando me aleje de tanto falso sentimiento de superioridad que anda suelto por ahí.

Debería dejar de dar consejos, de ayudar a la gente.
"Qué buena profesora serías" dicen con fingida admiración.

¿Y tú? Serías la peor alumna de todas, pues no hay peor aprendiz que aquel que se guarda los conocimientos para si mismo, si es que en algún momento pensó que podría aprender algo más de lo que ya sabía.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Tú nunca.
Tú nunca porque tú, te, contigo.
Tú nunca te cuestionarás a ti misma, no dudarás de las decisiones tomadas.
Nunca dirás nunca, nunca dirás siempre. Nunca te arrepentirás, nunca lo admitirás.
Nunca mirarás atrás, nunca mirarás adelante (aunque en el fondo, lo harás).
Nunca estarás por debajo, nunca apoyarás el hombro por el simple hecho de apoyarlo.
Nunca tendrás una crisis. Jamás caerás rota del todo. En la vida tendrás que reconstruirte.
No te reharás, ni te solucionarás, jamás dudarás al dar un paso.
Y si lo haces, mentirás, sonreirás, dolerás.

Ese es tu camino.


Pero no es el mío.






Y prefiero andar sola, destrozándome los pies, lloriqueando como una imbécil... que nunca andar contigo.