viernes, 21 de diciembre de 2012

Ponte el moño apretao, sirena, que se joda el viento, rompe las horquillas de espuma y déjame que te remache sonrisas de hierro, de esas que disipan las brumas...
Que sé que entre los males nos lloverán cristales, yo iré descalzo y tú desnuda, al son del amor del ronco tambor que toque la luna....
  





Y mientras tanto, entre los huecos que nos deje el tiempo deja volar tu cabellera, que si a nuestra locura vuelven nubes oscuras  nos cogerán frente con frente y codo con codo, cada vez más solos, rodeados de gente.

Y báñate en mis ojos, que se joda el mar...

















Se me hace un pequeño nudo en la garganta que sabe a melancolía y recuerdos dulces.
Ojalá fuese consciente más a menudo del color de tus ojos que brillan cada mañana que te despides de mi.
Ojalá no fuese tan idiota, ni tan borde, ni tan enfadica.

Soñaré despierta, cada noche, con que vuelves a intentar acloparte a mi en colchones de mala muerte.




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Susurros al oido...