jueves, 16 de diciembre de 2010


Me siento perdida entre cosas que no se sostienen, que no se sostienen para nada.




Quizás te estoy mintiendo,
resulta que no puedo aceptar
que aún te eche de menos
y que este menos vaya aún a más...

Y ahora miento casi siempre,
todo el mundo lo hace,
engaño a otros y me engaño a mí.
¿Para qué diablos sirve la verdad?

Y mis naves ya se hunden
sólo al mencionarte,
naves que se hunden,
os saluda digno y roto el capitán.

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