Me siento perdida entre cosas que no se sostienen, que no se sostienen para nada.
Quizás te estoy mintiendo,
resulta que no puedo aceptar
que aún te eche de menos
y que este menos vaya aún a más...
Y ahora miento casi siempre,
todo el mundo lo hace,
engaño a otros y me engaño a mí.
¿Para qué diablos sirve la verdad?
Y mis naves ya se hunden
sólo al mencionarte,
naves que se hunden,
os saluda digno y roto el capitán.
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