jueves, 16 de septiembre de 2010

Lo que pasa aquí es que tú eres feliz cuando los demás son felices, y te piensas que el resto de mundo es así.
Y no es así, niñata estúpida.
La gente es egoísta, envidiosa y una verdadera hija de puta.
Y no puedes hacer nada por evitarlo.
Y menos aún por cambiarlo.

Y estás harta, porque no pides nada a cambio de una sonrisa.

¡NADA!

Pero se te acaban las tuyas.
Y las ganas, mierda.

...

Alguien debería darte un buen guantazo a la razón, como dijiste alguna vez.
Yo, mientras tanto, voy a romper las ventanas de algún bloque, por no gritarte que eres un completo subnormal. Y esta vez en serio.

Jamás me trataste como hasta estos días, y no sabes el grado de destrucción que puede llegar a alcanzar eso.

Y me da igual todo lo demás, ¿me oyes?, te voy a hablar yo a ti de días malos (que egoísta que soy, joder).
Que cuando tú vas yo he vuelto 10 veces.

Y ¿qué más da todo esto?
Si total, quizás cuando leas esto nisiquera te des por aludido, y si lo haces, no me abrirás conversación para una mierda.
Cerrarmela sí.

Si tienes miedo a perderme, no me pierdas, joder. Es simple.

No se puede tener todo en esta vida. Yo es algo que aprendí hace tiempo.
Bienvenido a la vida de las personas mayores.

Lo siento, pero ya me has cabreado.
Qué coño.
No lo siento.

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