sábado, 12 de diciembre de 2009

"Estaba la pastora, laralaralarito..."

A veces me pregunto que hubiera pasado si el niñito Jesús hubiera nacido un 12 de agosto. Una tragedia, oigan.
Creo que cada vez me gustan menos las Navidades. En verdad creo que lo único que me gusta de ellas es como se visten las calles de luces, frío, y buenas intenciones (que no son más que las malas un poco engordadas con turrón y polvorones).

"Y aunque para las uvas hay algunos nuevos, a los que ya no están echaremos de menos..."

Que siempre se van los mejores, fíjate tú, y en todos los aspectos. Sólo quedan cuatro buenos, y ya se sabe, que hoy en día por cada cuatro buenos hay cien malos (excepto en el Señor de los anillos, que por cada bueno había 300 Uruk-hai armados, pero es Tolkien, se le permite).

Aquí servidora, niña perdida donde las haya, intentará brillar otro fin de año más.

Feliz, feliz Navidad.

1 comentario:

  1. Hago un inciso, un breve apunte, en esta dilatada introducción a las navidades:
    Te quiero, brilla todo tu vida, nunca exclusivamente en esa noche de excusa bacanal. Y si te vuelves a perder, agarra mi mano. No se donde voy, pero tengo una suerte de lamparita y candil que alumbra todos los caminos( una tataranieta de esas que hostentan el título de Eärendil). Quizás encuentres el tuyo si caminamos juntos . En cualquier caso, habrá sido un placer velar por una feliz, feliz vida juntos.

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Susurros al oido...